En este amplio ambiente la montaña entra por la ventana. El living cuenta con un cómodo sillón de tres cuerpos, dos butacones y un pequeño escritorio cuya ubicación convoca a las musas. La mesa cuadrada del comedor (para ocho personas) invita a prolongar la sobremesa mientras que un mueble bajo, confeccionado por un ebanista de la zona, vincula ambos espacios.
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